El Gobierno lanzó el Plan Nacional de Infraestructura 2025-2055 con $360 billones en inversión que busca superar el inmobilismo en la infraestructura pública de los últimos cuatro años.
El Plan Nacional de Infraestructura Pública 2025–2055 contempla más de $360 billones en inversiones, más de 22.000 iniciativas y una combinación de financiamiento público, privado y de asociaciones público-privadas.
Según informó El Mercurio, el plan considera inversiones en rutas y anillos orbitales, aeropuertos, puertos, caletas, proyectos energéticos, desaladoras, centros educacionales y de salud como hospitales y CESFAM.
El ejercicio de planificación se centra en cuatro ejes principales: Conectividad e integración territorial, con un presupuesto estimado de $134 billones, abarcando más de 2.000 proyectos.
También considera «Habitabilidad en centros poblados», con un horizonte de inversión superior a los $39 billones en más de 13.100 iniciativas.
El tercer eje está centrado en Seguridad hídrica, que demandaría más de $41 billones para cerca de 5.700 proyectos.
Finalmente, el cuarto eje del plan para las tres próximas décadas apunta a la Seguridad energética, con casi $151 billones destinados a unos 1.440 proyectos.
Pese a que la robustez del plan es imposible de caracterizar, porque no se puede distinguir entre grandes y mega iniciativas, al menos implica el primer ejercicio de planificación en infraestructura de las últimas décadas.
La presentación del plan subrayó su carácter multisectorial y de largo plazo (30 años).
Según el Gobierno, está diseñado para adaptarse a futuras necesidades y fortalecer el desarrollo territorial a través de una gobernanza descentralizada que integra a actores públicos y privados.
En cuanto a financiamiento, cerca del 40 % del total será cubierto con recursos públicos, mientras que el resto se complementará mediante mecanismos privados y colaboración público-privada.