Un baldazo de agua fría recibió Azul Azul. Esto porque se conoció que la Corte de Apelaciones rechazó el reclamo de Universidad de Chile por cobros municipales en la comuna donde el elenco hace de local. Crece la tensión entre la «U» y la municipalidad de Ñuñoa.
Los primeros dardos fueron hacia el alcalde Sebastián Sichel. Esto porque la Universidad de Chile recibió un duro revés judicial. De forma unánime, se rechaaron los recursos de ilegalidad presentados por la entidad controladora del «Romántico Viajero», en contra de la Municipalidad de Ñuñoa. La controversia surgió tras el aumento en los derechos municipales por el uso del Estadio Nacional. La medida aprobada por el Concejo Municipal, liderado por Sichel, el pasado 5 de febrero.
La alcaldía justificó el alza argumentando la necesidad de mitigar las externalidades negativas generadas por los eventos masivos en el recinto. Cabe recordar que fue el propio Sichel quien pidió suspender el Superclásico. Los inconvenientes que se resaltan son problemas de acceso, transporte público colapsado, estacionamiento irregular y mayores exigencias en seguridad. La Corte señaló que estos factores obligan al municipio a destinar recursos adicionales. De aquí, a juicio de la administración de Sichel, se ve reflejado en la nueva fórmula de cobro basada en costos variables asociados a la seguridad y el aforo del evento.
Desde Azul Azul calificaron los nuevos derechos como «desproporcionados» y «flagrantemente ilegales». A su vez, alegaron una imposición repentina e injustificada. Sin embargo, la Sexta Sala del tribunal desestimó estos argumentos. Se señaló que el decreto municipal “se encuentra debidamente fundado” y no vulnera los principios de legalidad, transparencia ni motivación del acto administrativo.
Así, el fallo respalda la facultad del municipio para establecer tarifas que reflejen los costos reales que debe asumir por albergar eventos de gran convocatoria. Aunque el trasfondo es técnico y administrativo, en redes sociales algunos hinchas se preguntan con ironía por antiguos vínculos políticos: “¿Y no era que Sebastián Sichel era de la U?”.
El escenario abre un precedente para la relación entre clubes deportivos y los municipios, y obliga a la Universidad de Chile a reevaluar su planificación financiera en torno al uso del Estadio Nacional. ¿Esto afectará a los abonos de hinchas y la venta de entradas en general?