«En el semestre pasado me ocurrieron cosas personales que al principio no las hablé. Eso hizo que bajara mi nivel. Por eso decidí tratarlo en terapia y fui con un psicólogo: no es fácil cuando se presentan situaciones como las que viví. Hay mucha gente que piensa que nosotros somos sólo jugadores de fútbol»,
«El boom de todo lo que me había pasado en tan poco tiempo fue muy grande y eso también me influyó un poco. Ahora voy a trabajar al máximo para volver a ese nivel. Pero también pasaron cosas familiares que mucha gente no lo sabe: lo de mi abuela y otras que prefiero guardarme. Son cosas que te influyen, somos personas también».
«Al principio pensé que lo personal no me iba a afectar en la cancha, pero después me terminé dando cuenta de que sí, de que por ahí estaba un poco pasado de revoluciones. Quería hacer muchas cosas y no terminaba haciendo nada. Me costaba, no me sentía bien con mi cuerpo«.
«Lo que más quiero es volver a mi máximo nivel y ayudar al equipo, que es lo más importante. En los últimos amistosos me sentí mucho mejor»,















