La delincuencia sigue tomándose la agenda del deporte nacional. Esta vez fue el turno de Curicó Unido quien este domingo le amargó la fiesta a Colo Colo quien pretendía bajar su estrella 33, pero los torteros al conseguir un empate le aguaron la celebración.Hasta ahí todo bien, sin embargo en el regreso del equipo a su pueblo de origen fueron recibidos con una multitudinaria fiesta que organizó la hinchada loca en donde con canticos y banderas le dieron la bienvenida a un equipo que ha realizado una campaña histótica que los tiene a un paso de clasificar por primera vez a una Copa Libertadores.En ese instante es que fue agredido cobardemente el jugador Byron Oyarzo en un acto repudiable y denunciado por el club quien anunció acciones legales a quienes sean identificados como los responsables.
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