El quiebre entre la exgimnasta y bailarina y su marido, el odontólogo Miguel de la Fuente, se convirtió este martes en espectáculo mediático. Lo que para algunos parecía una ruptura con “paz y respeto” se transformó en una declaración punzante: “La prefiero lejos de mi vida”. Así respondió él, dejando claro que no hay retorno posible.
La trama se inició cuando Vale Roth confirmó vía redes sociales que la pareja había terminado en octubre pasado, tras meses de tensión que habrían subido de tono luego del nacimiento de su segunda hija. En su mensaje, la bailarina pidió comprensión, pidió que no atacaran a su expareja en redes y solicitó silencio mediático por el bienestar de sus hijas.
“La prefiero lejos de mi vida”
Pero la respuesta pública de Miguel de la Fuente desdibujó por completo ese intento de cerrar en paz. En Instagram, ante un seguidor que preguntó por una posible reconciliación, contestó sin tapujos: “No puedo volver con alguien que falta a la verdad. A esa gente la prefiero lejos de mi vida”. El comentario fue borrado minutos después, pero capturas quedaron circulando.
El episodio deja al descubierto algo más que una ruptura sentimental: revela con crudeza la incapacidad de ciertas parejas famosas para manejar lo privado con discreción. En una era donde las redes socializan dramas íntimos, el portazo de Miguel de la Fuente pone sobre la mesa cómo la verdad, las heridas y la exposición se entremezclan, muchas veces dejando a los más vulnerables —en este caso, dos niñas— en medio del fuego cruzado mediático.
Por ahora, Vale Roth mantiene su pedido de respeto y silencio mediático. Pero la sombra del “fue más que un quiebre”: fue un adiós sin vuelta. Y en ese contexto, las frases cortantes resuenan más fuerte que cualquier explicación.















