«Pasamos todo el año nuevo con la mier… saliendo de los baños y sin señal telefónica. No había a quién llamar. Vi vecinos llorar. ·Este abuso debe parar».
Con estas palabras, Carolina Morales, vecina de la denominada «Zona Norte» de Estación central -que comprende el sector de calle Ecuador al norte de Alameda-, relató la impotencia y desazón con que miles de residentes de Estación Central conviven a diario con los 120 mega edificios construidos en los úlimos 12 años en la comuna.
En este contexto, el problema de los «Guetos Verticales» parece agudizarse más para la comuna, luego de que la Secretaría Regional Ministerial (seremi) de Vivienda informara su intención de cerrar antes de fin de año el proceso de revisión de las cuatro mega estructuras aún sin tramitar sus recepciones finales.
Catastro del daño
Se trata de los proyectos vinculados a la inmobiliaria Grupo Biba (Ex SuKsa), cuyas edificaciones ya se encuentran terminadas pero no han sido recepcionadas por la autoridad por haberse desarrollado a partir de permisos de edificación irregulares.
Estos proyectos pendientes implican sumar a la comuna alrededor de seis mil nuevos departamentos, los que contribuirían a recargar aún más una comuna que solo en los últimos 12 años ha visto el surgimiento de más de 120 mega construcciones, la mayoría sin aporte de mitigaciones urbanas o territoriales significativas.
De hecho, la Inmobiliaria SuKsa (Grupo Biba) concentra casi el 40% de los 75 mil nuevos residentes que recargaron la comuna en los últimos 12 años.
Dichos edificios se encuentran en el ojo del huracán desde que explotó la polémica por los denominados guetos verticales, técnicamente denominados Construcciones por Agrupamiento Continuo, por el daño urbanístico y a la calidad de vida en el entorno que provocan.
La última batalla
De hecho, tras el dictamen de la Contraloría que estableció los parámetros de cómo efectuar la tramitación de sus permisos, la Secretaría Regional Metropolitana de Vivienda (seremi) ya anunció que el plazo fatal para aprobar o rechazar las recepciones finales de las cuatro moles vence el 31 de diciembre próximo.
Según precisó a SintesisChile.cl la seremi Carolina Casanova (en la foto), luego del dictamen de Contraloría la Secretaría Regional de Vivienda se ha abocado a parametrizar los aspectos objetivos que permitirán establecer si los proyectos son susceptibles de ser recepcionados o requieren modificarse, cambiar de uso o simplemente demolerse en parte para acoplarse al resto de la comuna.
Casanova dijo a SintesisChile.cl que «le hemos oficiado al municipio instándoles a hacer ese cotejo en paralelo con nosotros en el entendido en que podían avanzar en la recepción final en la medida que en ese cotejo se sigan los criterios establecidos en el dictamen» (de Contraloría).
Según la autoridad, su posición no es empujar al municipio de Estación Central a aprobar todo «a la loca», sino más bien que se ciña a los permisos originales y a la Ley General de Urbanismo y Construcción.
En ese plano entonces, el destino de los cuatro proyectos pendientes de aprobación cuyo origen se ventila actualmente en diversos sumarios administrativos, investigaciones sumarias internas y hasta en la esfera penal, debería zanjarse dentro de las próximas cuatro semanas.
«En paralelo, creemos que el deber de esta autoridad es resolver y creemos que si lo dejamos al arbitrio solo del municipio esto podría llegar a no resolverse, pero el compromiso que hemos adquirido es resolverlo», aseguró la autoridad metropolitana.
«El objetivo es zanjar nuestra posición frente al dictamen subsumido en los cuatro casos antes del 31 de diciembre de 2024″, dijo la seremi.
La autoridad no descartó que de la revisión final se pueda concluir que ninguna de las cuatro mega construcciones se construyó conforme lo dicta la ley y el permiso original, lo que podría derivar en la demolición parcial de las obras para adaptarlas a la norma.
Vecinos vs. Constructora
«La verdad es que como comunidad hemos sido víctimas no solo de presiones, sino que abiertamente de ilegalidades. Hay dictámenes de la Contraloría, hay resoluciones de las Cortes de justicia, pero parece que a nadie le importa», aseguró Luis Valdés, dirigente del Comité de Defensa y Desarrollo de Estación Central.
«Nosotros como comunidad tenemos la razón porque así lo han establecido distintos organismos autónomos del Estado, pero sin embargo, estamos enfrentados a poderes ocultos, capaces de hacer que las cosas pasen, sin que nadie pueda hacer nada», aseguró.
Para el dirigente, la instalación de las mega estructuras es una aberración «construir un edificio con 1.500 departamentos y 200 estacionamientos trae delincuencia, afectación sanitaria, problemas de acceso a los servicios municipales y una cadena de problemas que han botado a la basura la calidad de vida de las personas en esta comuna».
Según Luis, «si yo pudiera estar frente a frente con la señora Seremi de Vivienda, le preguntaría por qué está cediendo a las presiones indebidas para recepcionar estas obras sabiendo que los edificios son ilegales».
Para Juanita, otra dirigenta del Comité -quien prefirió no precisar su identidad por temor a represalias- «yo he visto gente llorar. Personas que hicieron una vida en estos barrios y que han visto cómo por una forma inescrupulosa de hacer negocios, ven cómo se ha deteriorado al mínimo su vida cotidiana».
Consultada respecto de las externalidades más complejas que los Guetos Verticales han evidenciado en su comunidad, la vocera de los vecinos se preguntó «¿cómo cree usted que se vive sin presión de agua, sin señal de teléfono, con las alcantarillas saturadas y además, con nuestros espacios comunes invadidos por cientos de nuevos vecinos?».
Extraños propietarios
A juicio de Juana, el conflicto ha sido desigual y aporta un interesante detalle: «hace un tiempo vinieron de un canal de TV, entrevistaron a los vecinos y luego apareció en pantalla un señor que dijo haber comprado uno de los departamentos que aún no se entregan. Era mentira!! ese testimonio había sido armado porque aquí no hay compradores, son todos arriendos».
Se trató de un reportaje televisivo en que se hacía un paralelo entre el déficit habitacional, la bochornosa situación de los permisos mal otorgados en administraciones pasadas del municipio y la condición de los cuatro proyectos aún sin recepción.
Ahí, además de ejecutivos de la inmobiliaria Grupo Biba que defendían su derecho a la tramitación de los permisos aparecía el presunto comprador de un departamento en uno de los proyectos pendientes, quien reclamaba una serie de afectaciones por la demora en las entregar.
Sin embargo, varios de los vecinos consultados coinciden en apuntar a este testimonio como ilegítimo. Aseguran que después de cuatro años de espera, nadie podría mantenerse esperando por una vivienda sin reclamar la devolución de su inversión.
Consultada al respecto, la Seremi Casanova reconoció que en el proceso previo al pronunciamiento de Contraloría ella sostuvo encuentros -por Ley de Lobby- con representantes de las constructoras, el municipio y los vecinos, pero prefirió no referirse a la legitimidad de algunos «propietarios» con quienes conversó.
Es muy triste pensar que nosotros estamos trabajando sin buena fe en lo que hacemos. Yo trabajo partiendo de la buena fe, que es la forma de actuar en el mundo público. Y no nos corresponde chequear todos los testimonios, sino que como autoridad pública yo tengo que recibir y escuchar a todas las partes», se excusó.
Más allá de la polémica, habrá que esperar al menos 30 días más para saber cómo el Ministerio de Vivienda -que encabeza el ex senador socialista Carlos Montes- como el municipio zanjarán una disputa que amenaza por corromper aún más la vida de barrio de una de las comunas más emblemáticas de la capital.
Luz al final del túnel
La buena noticia la aportó la seremi Carolina Casanova, quien junto con reconocer que las inversiones adicionales en mitigación efectuadas por los 120 proyectos ya instalados en la comuna «fueron escasas o nulas», anunció que esa entidad ya se encuentra trabajando con el municipio en un plan de inversiones que deberán desarrollar los privados.
«Con el alcalde de Estación Central estamos trabajando en todas las inversiones que se requieren y se están focalizando para avanzar», dijo Casanova.
Respecto de las mega torres que ya operan y si es posible que mitiguen el daño que ya han causado, la seremi aseguró que ahora «la labor es responderle a la comunidad en el sentido de cómo vamos a mitigar y ahí la invitación es al trabajo con los privados. No podemos hacer como que aquí nada ha pasado y lavarnos las manos».