La imagen del día fue la protagonizada por el candidato Johannes Kaiser, quien se retiró antes del término. Alegó que no se tocaba el tema de la deuda fiscal. Pero no fue el único contrario a lo expresado por el Mandatario, en un discurso rozando la polarización. Atípica y con tinte electoral: las principales críticas a última Cuenta Pública de Boric.
El Presidente Gabriel Boric entregó este domingo su tercera Cuenta Pública ante el Congreso Nacional. Además, la última bajo su gestión. Con una duración de 151 minutos, la segunda más breve de su mandato, el discurso generó reacciones divididas entre analistas políticos. Según reveló el sitio Emol, los expertos la calificaron como “atípica”, “ideológica” y con “tinte electoral”.
Para Mario Herrera, académico de la Universidad de Talca, el mensaje rompió con el tono habitual de las últimas cuentas presidenciales. A su juicio, fue una intervención ambivalente: reconoció el aporte de la oposición en leyes clave, pero abrió con una defensa del estallido social y presentó anuncios que profundizan la división política. “El Gobierno considera que cumplir es presentar proyectos o comprometer recursos, incluso si no alcanzan a ejecutarse”, dijo.
Marco Moreno, de la Universidad Central, aseguró que Boric buscó “ordenar el relato” y proyectarse como figura del progresismo. “El impacto real dependerá de si logra traducir eso en apoyo ciudadano y en las urnas”, señaló.
En tanto, Miguel Ángel Fernández (UDD) sostuvo que la Cuenta mostró una decisión clara: priorizar la agenda ideológica frente al contexto nacional. “Apeló a sectores específicos, como estudiantes o animalistas, para movilizar su base en un año electoral. Pero eso también genera polarización”, advirtió.
José Francisco Lagos (Instituto Res Publica) coincidió en que el Mandatario intentó “aplacar el escenario político” con cifras e infraestructura, pero apuntó a la inconsistencia de su coalición en el Congreso. Para Tomás Duval (Universidad Autónoma), el Presidente reafirmó su liderazgo en un proyecto de izquierda, aunque con problemas en la implementación.
Uno de los conceptos centrales fue la “gobernabilidad”. Boric defendió los acuerdos como base para un buen Gobierno. Pero expertos advierten que el discurso omitió los problemas de fondo: fragmentación política y falta de institucionalidad.
Eric Latorre, de la misma casa de estudios, concluye que Boric intenta proyectar un legado de apertura al centro. “Sabe que su base es limitada, pero quiere demostrar que puede generar acuerdos más amplios”, afirmó.