Desde esta mañana se espera que la Cámara de Diputados defina si apoya o no la solicitud de extender -por segunda vez desde la partida del actual Gobierno- el Estado de Excepción Constitucional en las provincias de Biobío, Arauco, Malleco y Cautín, denominada como Macrozona Sur.
Si bien el Gobierno contaría con una aprobación casi segura, el interés de los parlamentarios por terminar lo antes posible con la medida genera una fuerte presión sobre el avance del Ejecutivo, esto a raíz de que casi todo el espectro político desde el Frente Amplio hasta el Partido Comunista se había opuesto a la medida durante el Gobierno pasado.
También están las posiciones disconformes con la aplicación de la medida. Así lo expresó el diputado del Partido Socialista, Marcos Ilabaca, quien precisó que «no creemos que debamos seguir con un Estado de Excepción acotado, sino con uno amplio. El Estado debe aplicar el Estado de Excepción como está en nuestra legislación”.
Esta posición es apoyada también por sectores de la derecha, que han indicado que consideran poco eficiente la aplicación de una medida acotada.
Al respecto, la diputada comunista y jefa de bancada, Carol Kariola expresó que a su juicio «la medida ha tenido resultado con los objetivos que se han ido buscando. Sin embargo, también le hemos ido señalado al Ministerio, que el Estado de Excepción es una excepción, no una norma, y se deben buscar mecanismos para salir de esa excepción”.
Camión traspasa barreras
La discusión que se dará desde esta mañana en el Congreso contrasta con los hechos de violencia y descontrol que se vive en la zona: ayer se conoció que dos camiones cargados con madera -presuntamente robada- pasaron sin pagar ni someterse al control en el peaje de Huinanco, en la comuna de Yumbel.
Más de arrasar con las barreras de pagos, lo complejo del hecho radica en que la presunta banda de tráfico de madera mostró una actitud derechamente desafiante respecto de la medida de Estado de Excepción.