A más de tres meses de los hechos, se siguen conociendo detalles del caso contra el ex subsecretario del Interior. Y es que la situación fue de tal gravedad, impactando al gobierno de turno y a toda una familia. De ahí lo relevante de estos reveladores detalles que publicó La Tercera. Los crudos mensajes de WhatsApp de denunciante de Monsalve.
El citado medio de comunicación accedió a la declaración ante la Fiscalía de un funcionario de la Subsecretaría del Interior y amigo de la funcionaria que presentó la denuncia contra la otrora autoridad. Su nombre es Ricardo Lillo, quien decidió contar sobre los mensajes de la conversación que tuvo con la mujer denunciante, en los días posteriores a los hechos que se imputan.
Según la publicación, Lillo fue uno de los primeros en conocer detalles y en su declaración aportó importantes antecedentes. Por su amistad y cercanía, conoció los hechos dos días después de la noche en que estuvo con Monsalve, el domingo 22 de septiembre.
En el testimonio, Lillo reveló que en una conversación en el lugar de trabajo la mujer le hizo saber que había sido agredida sexualmente. Que en la conversación, poco a poco, dio a conocer quién era el responsable. Él habría aconsejado comprar la pastilla del día después.
Por su parte, también contó que la mujer se refería a una situación muy extraña haberse borrado completamente. Esto, luego de consumir solo dos copas de pisco sour. Esto porque ya había acudido en alguna otra oportunidad al local de comida y no había sentido lo mismo.
En los mensajes descarta consentimiento
Los crudos mensajes de WhatsApp de denunciante de Monsalve. Lillo contó que días después, la mujer denunciante le escribió a través de WhatsApp, que resultarían reveladores. «Si hubiera puesto límites desde un principio nada de esto estaría pasando”, habría escrito en uno de los mensajes.
“Su poder pudo más que mis límites. Yo no consentí. Jamás se me hubiese pasado por la cabeza. No intercambiamos mensajes constantemente y tampoco lo vi fuera de las dos veces. La primera me paralizó, la segunda me paralizó y fue la que me robó la vida”, escribió en otro de los mensajes de WhatsApp.
“No fue el tiempo ni la interacción. No había una construcción de algo. Ni siquiera sutil que le diera certeza de que podía estar conmigo y terminó en esta pesadilla que está haciendo que me duela respirar», expuso la denunciante en otro mensaje. «Es una situación difícil, probablemente de las más dolorosas que he pasado, estoy a la espera de que se termine un día y pasar al otro intentando que la nebulosa de mi cabeza baje poco a poco”, cerró.