En mayo del 2020, el entonces alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, presentó el proyecto de una torre de viviendas sociales en la rotonda Atenas con el fin de brindar una solución habitacional en el marco de la integración social.
A casi dos años de eso, el edificio ubicado en avenida Cristóbal Colón, ya concluyó su construcción.
Con una inversión de casi $11.300 millones, el proyecto cuenta un total de 15 pisos y 85 departamentos, una superficie promedio de 62 m2. Además, tiene un centro comunitario, auditorio y tres locales comerciales en el primer piso, junto con áreas verdes, deportivas y juegos infantiles, según información proporcionada por El Mercurio.
La alcaldesa de la comuna, Daniela Peñaloza señaló al medio que “este proyecto busca terminar con la segregación social urbana, que es el mayor problema de las ciudades en Chile. Busca generar una comuna, así como una ciudad más integrada, menos segregada”.
En total, 81 departamentos serán destinados para familias que residentes en Las Condes, mientras que los otros cuatro son para personas que hayan trabajado al menos cinco años en la comuna. Y como uno de los objetivos más relevantes es generar la integración de familias de distintos niveles socioeconómicos, un 40% de los postulantes son vulnerables y el 60% restante, de clase media.
85 Familias vivirán en la nueva torre de viviendas sociales
La intención del municipio es que en este mes las 85 familias beneficiadas con su departamento se conozcan y que entre abril y mayo ya puedan estar viviendo ahí .
“El Serviu entrega distintos tipos de subsidios y nosotros trabajamos y construimos el edificio con cuatro subsidios distintos. La idea es transar en una clase media que hoy está en una situación de fragilidad, y también puede llegar a una familia con una situación de mayor vulnerabilidad y, por lo tanto, van a convivir juntas”, explicó la alcaldesa.
Cabe señalar que el edificio “tiene la posibilidad de arriendo de locales, lo que hace que ese monto de arriendo que se reciba disminuya el valor de los gastos comunes, por eso también la sustentabilidad energética y la conciencia de este gasto, todo pensado en apoyar a estas familias”, agregó.
La alcaldesa reveló que hay 3 mil familias en la comuna “que viven esta situación de hacinamiento, queremos levantar nuevos proyectos habitacionales con estas mismas características, con foco en la integración y valor social”.
Iván Muñoz, gerente general de Urbano Proyectos aplaudió este proyecto. «Ante el constante problema de que los municipios bajan sus densidades y los terrenos suben de precio, la población es forzada a desplazarse a las periferias y las ciudades terminan siendo menos sustentables, por lo que cualquier intento de integración urbana, como este pequeño acto de una torre de vivienda social en un terreno municipal de una comuna más acomodada, es una buena iniciativa, pero de ninguna manera es indicativo de una política, para eso nos falta mucho trabajo», señaló.
Selección de las familias
Para seleccionar a las 85 familias dentro de las 2.000 que postularon, la municipalidad decidió trabajar junto al Centro de Políticas Públicas UC.
“Hicimos una revisión de proyectos de integración social y territorial en varios países y acá en la RM, fuimos recopilando antecedentes de qué criterios se consideraban a la hora de escoger a las familias beneficiadas”, cuenta Dominique Keim, coordinadora de investigación aplicada del Centro de Políticas Públicas UC.
Así, se hizo una “sistematización de esa información y esto nos dio luces de una serie de variables para tener en consideración para seleccionar a las familias», explicó a El Mercurio.
«Paralelamente, este trabajo se lo mostramos a los distintos profesionales que trabajan en el municipio relacionados con el proyecto, y con ellos hicimos entrevistas y talleres para tener la visión desde el municipio de los criterios”, detalló Keim.
También se contó con el apoyo del profesor Alejandro Cataldo, del Instituto de Ingeniería Matemática y Computacional UC, con quien elaboraron un modelo de optimización matemático para elegir a las 85 familias. “Cada familia tiene un puntaje, y las dimensiones se miden en si corresponden a familias con niños en edad escolar, vulnerabilidad habitacional, condiciones de vulnerabilidad, mejoría de localización, arraigo comunal e independencia financiera”, complementó la coordinadora.