Kast se instala en La Moneda y marca estilo: el presidente electo decide vivir en el corazón del poder
José Antonio Kast volvió a enviar una señal política clara antes de asumir formalmente la Presidencia. El líder republicano confirmó que vivirá en el Palacio de La Moneda, rompiendo con la tendencia de los últimos mandatarios y apelando a un gesto que, según él, busca reivindicar el valor institucional del cargo. “Es la casa de todos los chilenos”, afirmó, instalando desde ya un relato de orden, austeridad y presencia permanente en el centro del poder.
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La decisión no es menor. Desde hace años, La Moneda dejó de ser residencia presidencial y pasó a operar exclusivamente como sede administrativa y simbólica. Kast, en cambio, opta por habitar el edificio más custodiado y políticamente cargado del país, en una jugada que mezcla tradición republicana, mensaje de autoridad y un guiño a su electorado más duro, que exige liderazgo visible y sin medias tintas.
Kast se instala en La Moneda
En su entorno reconocen que el gesto busca marcar distancia con el estilo de sus antecesores, a quienes sectores de la derecha han acusado de gobernar desde la comodidad o la desconexión con el Estado profundo. Vivir en La Moneda, sostienen, permitirá una dedicación “24/7” a la gestión y reforzará la idea de que el presidente no se esconde ni se desplaza a residencias privadas mientras el país enfrenta desafíos de seguridad, economía y gobernabilidad.
Sin embargo, la decisión también abre flancos. Críticos advierten que el simbolismo no reemplaza la gestión, y que convertir La Moneda en hogar puede tensar aún más la relación entre poder político y ciudadanía, especialmente en un clima de alta polarización. Otros apuntan a los costos operativos y de seguridad, recordando que el edificio no fue diseñado para una vida familiar permanente en los estándares actuales.















