Con tono directo y sin concesiones, Franco Parisi —ex candidato presidencial y líder del Partido de la Gente (PDG)— reapareció en la arena pública para disparar contra lo que calificó como un “abrazo de conveniencia” entre Frei y Kast.
En un mensaje que muchos llaman “sin ventilador”, Parisi cuestionó la credibilidad del gesto: “Si Frei abrazó a Kast —quien defendió a Pinochet— ¿qué sentido tiene ese acto hoy?”, reclamó, sugiriendo incluso que el encuentro habría sido un paso hacia una futura “embajada” y no un acto político genuino.
Franco Parisi enciende la discusión
La andanada no se quedó allí. Parisi castigó con dureza al candidato de derecha por declinar participar en su espacio de streaming “Bad Boys”: “Ese nivel de evasión no aporta ni engrandece la política chilena”, enfatizó, cuestionando la disposición al debate público de Kast. El programa, destinado a abrir un canal directo con los ciudadanos, debió cancelarse tras la negativa del aspirante republicano.
Pero la ofensiva de Parisi va más allá de un rechazo puntual: en su estilo confrontacional, anticipó un panorama oscuro para cualquiera de los dos candidatos que lleguen a La Moneda. “Será un mal gobierno, cualquiera que gane”, advirtió. Con esas palabras pone sobre la mesa la posibilidad de que el PDG —y su electorado— queden afuera del “duopolio” tradicional entre izquierda y derecha.
La advertencia es clara: según su proyección interna, más del 75 % de sus votantes optará por sufragio nulo o en blanco en la segunda vuelta. Con eso, Parisi apuesta a transformar el descontento en fuerza política real, intentando cimentar su partido como contrapeso ante el eventual duopolio presidencial.















