Varios estudios han tratado de estimar el impacto de la vacunación contra el covid-19 en el curso de la pandemia. Estos estudios se han centrado en regiones específicas, como países, estados o ciudades individuales, arrojando como resultado que las vacunas han podido salvar a 20 millones de vidas en su primer año, una suma importante ante el descontrol que hubo de contagios y muertes al inicio de la pandemia.
Para este estudio hecho por Oliver Watson, investigador del Centro para el Análisis Global de las Enfermedades Infecciosas del ICL, se contabilizaron los fallecidos por todas las causas en 2020 o 2021 y se compararon con los decesos en los años pre-pandemia. Así, el exceso de mortalidad se podría adjudicar al virus.
Es así, como Watson llegó a la conclusión, “estimamos que casi 20 millones de personas habrían muerto en un mundo sin vacunas”; según los resultados, la gran mayoría de las muertes evitadas lo fueron por impacto directo de la vacuna, es decir, por estar inmunizado. El resto se debería a los efectos indirectos, tales como la inmunidad de rebaño y descenso de la sobrecarga del sistema sanitario.
Cabe destacar que la importancia de la vacuna se vio realmente reflejada en el 2021, cuando la mayoría de los países ya poseían al menos un esquema de dos vacunas, y cuando se iban finalizando por completo las cuarentenas y medidas extremas. La vacuna demostró su eficacia ya que las personas sin necesidad de reglas constantes estaban disminuyendo la tasa de contagios y en especial las muertes.
Como era de esperase la vacunación partió en países desarrollados tales como Europa, Estados Unidos, Canadá y otros países avanzados mucho antes que en el resto del mundo, frente a esto el estudio indica que si la vacunación se hubiera producido antes y previa a la llegada de esta variante en los países de menos ingresos, se habrían salvado más vidas ya que hubieron países que no tuvieron acceso a las vacunas en periodos críticos.
El investigador de este estudio ante esto señala, “si se hubieran cumplido los objetivos establecidos por la OMS, estimamos que se habría evitado la pérdida de alrededor de una de cada cinco vidas por la covid en los países menos desarrollados”.