Luego del pésimo momento de salud que tuvo Raquel Argandoña, en donde una obstrucción intestinal la tuvo al borde de la muerte, la animadora vivió un momento que le cambió totalmente el ánimo.
Resulta que en el nuevo capítulo de Podemos Hablar, la opinóloga relató que las flores que le llegaron cuando estuvo internada, fueron de parte de su hija Kel Calderón, con la que llevaba alrededor de cuatro años sin relación alguna.
«Me avisaron que me había llegado un arreglo floral muy lindo, pero no me dejaron recibirlas, quedaron en la recepción (…) la gente ya supo de quien era (…) yo lo único que quería era tenerlas, quería que me dieran de alta para ir a verlas porque Félix (Ureta, su pareja) se las había llevado al departamento», relató Argandoña.
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Raquel confía en mejor la relación con su hija
Además, contó que se dio cuenta que este gesto había sido obra de su hija cuando leyó la tarjeta que venía con las flores.
«Y voy a ser muy honesta. Muchas veces cuando uno manda un arreglo floral te escriben en la florería lo que uno quiere poner en la tarjeta. Uno lo dicta y yo dije: ‘Será escrita por la persona que creo’, y me parecía que era ella, pero tenía mis dudas», comentó.
También agregó, «Cuando llegué a la casa saqué las tarjetas que me escribía (Kel) para comparar la letra. Comparé las letras y era la misma persona de la que yo pensaba, me dio doble alegría».
A raíz de esta acercamiento, la felicidad de Raquel era tanta, que se imaginó una reconciliación con Kel, luego de años distanciadas por la polémica ocurrida con Nano Calderón y su padre.
«Estaba feliz, podrían haberme operado dos veces más. Son cuatro años sin nada, sin un WhatsApp, nada. Es fuerte. Muy fuerte. Lo único que deseo en este momento es poder restablecer la relación. Es la esperanza, el deseo de toda madre. Hay algo que me dice que tengo que esperar un poquito, pero que se va a lograr», sentenció.