Tratos directos, Junaeb y deudas publicitarias: los líos que complican al círculo de hierro del alcalde de Sebastián Sichel.
Una verdadera tempestad es lo que por estos días golpea a la “marea amarilla”, como se autodenominó el comando del ex presidenciable Sebastián Sichel antes de asumir en el sillón alcaldicio de Ñuñoa.
Hoy, a ocho meses de asumir, y pese a que las redes sociales del municipio alardean respecto de diversos logros y “avances en favor de los vecinos”, la administración del alcalde Sebastián Iglesias Sichel Ramírez enfrenta una serie de cuestionamientos, principalmente impulsados por el estilo precipitado y confrontacional con que su equipo llegó a hacerse cargo del municipio.
Desde su arribo, Sichel se hizo acompañar por el ex diputado RN y cientista político de la U. Central, Tomás Fuentes en el cargo de administrador municipal; y el ex vicepresidente de RN, Juan Pablo Camiruaga, como su jefe de Gabinete.
A ellos se sumó el socialista Jaime Toha Lavanderos, ex director de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb), como gerente de Proyectos Estratégicos, para luego hacerse cargo de la Secretaría Municipal de Planificación.
Todos ellos conforman el denominado “Círculo de Hierro” del alcalde Sebastián Sichel.
Los enredos y la “impulsividad”
Tras su instalación en el sillón municipal, Sichel viene enfrentando duros conflictos con la mayor parte del Concejo Comunal, quienes en privado y mediaticamente, no dudan en apuntar a la impulsividad y accionar unilateral -sin consulta a los concejales- del ex abanderado Presidencial.
El concejo comunal de 10 personas, en perfecto equilibrio entre el oficialismo y la oposición, está compuesto, entre otros por la periodista Alejandra Valle (PC) y Daniela Bonvallet (RN), hija del fallecido futbolista y comentarista, Eduardo Bonvallet.
Con ellos, el primer conflicto se suscitó a raíz de la decisión de licitar una red de parquímetros en torno al Estadio Nacional, que no se consultó al Concejo comunal ni con la comunidad.
De esa forma, el grupo encabezado por Sebastián Sichel inauguró la serie de conflictos internos, revelando la impulsividad que caracteriza a su administración.
De hecho, entre los concejales ligados a la administración anterior y algunos dirigentes vecinales, se le ha sido caracterizado incluso con el apelativo de “patrón de fondo”, para describir el estilo poco amistoso que él y su equipo exhiben incluso en las sesiones del Concejo Municipal.
Luego, vivió una severa controversia con el Gobierno tras el fallido intento de decretar “estado de emergencia” por seguridad, para agilizar la compra de cámaras de seguridad.
El tema finalmente fue zanjado por la Contraloría al interpretar como ilegal la medida del alcalde, precisando que el edil no tenía facultades para tomar dicha medida.
Luego, un nuevo impasse barrió con las sonrisas al interior del edificio consistorial de Plaza Ñuñoa, cuando el alcalde intentó impedir el remplazo de nombre de la calle “República de Israel” por “Nueva Ñuñoa”, decisión que había sido consultada incluso por la organización de Juntas de Vecinos.
A estos conflictos se suman una querella contra un comunicador de redes sociales que le valió una ola de críticas y la reciente movilización vecinal en contra de que la Municipalidad transformara en caseta de seguridad la emblemática pérgola de plaza Ñuñoa.
Contratos vencidos y tratos directos
Pero sin duda, el episodio más complejo lo vivió el pasado 2 de julio, cuando 9 de los 10 concejales decidieron rechazar un trato directo para la contratación del servicio de retiro de basura domiciliaria, por un presupuesto total de $2.568 millones en seis meses.
Si bien el problema lo resolvieron los mismos concejales unos días más tarde -con Sichel ausente por permiso-, el episodio puso a los vecinos de Ñuñoa en serio riesgo sanitario.
Ello, pues la comuna contaba con el contrato de retiro solo hasta el 31 de este mes y requirió de una sesión especial del Concejo para aprobar el resistido y millonario contrato.
No faltaron los vecinos que expresaron incredulidad y estupor ante la incapacidad para solucionar el problema de la administración Sichel, habiendo contado con ocho meses para resolver un tema tan delicado y de grave riesgo sanitario para la población de Ñuñoa.
Los principales cuestionamientos de los concejales apuntaron a las más de 150 correcciones que la Contraloría General de la República realizó al pliego licitatorio -preparado por el jefe de Secpla, Jaime Tohá- en los últimos meses.
Este traspié, obligó a la comuna a buscar la medida desesperada de contratar el millonario servicio sin licitación.
Recordemos que Jaime Tohá debió dejar la dirección de la Junaeb en 2022 bajo severos cuestionamientos por su rol en las presuntas irregularidades en las multimillonarias licitaciones de la institución.
De hecho, la la Fiscalía Oriente solicitó el pre informe reservado de la Contraloría en el marco de una causa por fraude al Fisco, asociada a la licitación del Programa de Alimentación Escolar (PAE).
El caso, basado en la adjudicación de un millonario contrato con la empresa Soser S.A. en que la compañía habría recibido pagos por raciones que no fueron entregadas y cuya licitación y administración del contrato se manejó en el periodo dirigido por el propio Tohá.
En ese contexto de duro cuestionamiento al Secpla comunal, durante una tensa sesión de concejo, el alcalde excusó la propuesta de última hora apuntando al mínimo avance que a su juicio había logrado la administración anterior.
Por su parte, los concejales le reprocharon haber esperado hasta la última sesión de concejo previa al término del contrato para intentar la aprobación de un trato directo “a la rápida”.
Entre los concejales se criticó duramente el hecho de que habiéndose efectuado incluso una sesión extraordinaria del Concejo, nunca se les planteó el tema del retraso de la licitación por retiro de residuos domiciliarios.
Sugerencia de la Contralora
Durante la sesión oficial, el mismo Sichel afirmó que fue la propia contralora, Dorothy Pérez, quien le habría sugerido buscar el trato directo ante la estrechez de los plazos.
Según Sichel, a la fecha se ha reunido en varias ocasiones con la autoridad del órgano de control, dato que hasta ahora no se ha logrado contrastar con la Contraloría.
Sin embargo, el problema no quedó ahí, pues en la misma sesión edilicia, el equipo de Sichel también propuso otro contrato a trato directo: la mantención de áreas verdes de la zona sur de la comuna, cuyo contrato expiró el 30 de junio pasado.
“Estos hechos son escandalosos porque la administración presenta estos tratos directos al filo de que expiren o estando terminados esos contratos de servicios y eso genera varias dudas razonables”, acusó la concejala Alejandra Valle.
Consultados respecto de las razones por las que la administración municipal de Ñuñoa decidió insistir con un trato directo -que lo deja exento de revisión de la Contraloría- ni la Dirección de Comunicaciones y ni el gabinete del alcalde respondieron a las dudas de SintesisChile.cl hasta el cierre de esta edición.
Finalmente, de este mismo conflicto surgió un nuevo cuestionamiento: los concejales reprobaron duramente el hecho de que el alcalde Sebastián Sichel se tomara vacaciones al día siguiente del rechazo a los dos contratos sin licitación.
Para los concejales consultados y los integrantes de diversas juntas de vecinos de Ñuñoa parecía impresentable que el alcalde se tomara dos semanas de vacaciones en momentos en que los 267 mil habitantes de la comuna corrían el riesgo sanitario de quedar sin retiro de basura a partir de pocos días más.
Más tarde, fue el concejal UDI, Nicolás Saldivia quien excusaría a Sichel, asegurando a que el “alcalde no está de vacaciones. Acaba de aprobar con honores un doctorado en seguridad pública en la U. de Cataluña, España”.
Deudas por publicidad electoral
Y fue justamente durante el periodo de ausencia de Sichel que surgió un nuevo conflicto, que podría traer insospechadas consecuencias para el equipo más cercano del alcalde.
Hace unos días, el administrador municipal Tomás Fuentes -que las oficia de alcalde subrogante durante la vacancia de Sichel- emitió el decreto 01532/25 mediante el cual ordenó la demolición de varias paletas publicitarias de vía pública.
Aunque se desconoce si la medida fue consultada con Sichel, el edicto de Fuentes apuntó a una serie de letreros viales de publicidad que operan dos empresas en particular: Publicidad en ruta S.A. y PowerGrafics S.A.
Si bien hasta ahora no se ha ejecutado la orden de demolición de las estructuras urbanísticas por “vulnerar flagrantemente la legalidad urbanística” como indica el decreto, esta decisión avivó otro conflicto para Sichel y su equipo.
Como respuesta a la orden de demolición, el abogado Héctor Salazar A. (en la foto) -reconocido litigante en causas de DD.HH.- envió el pasado lunes una misiva al alcalde subrogante, con copia a los 10 concejales de Ñuñoa.
En la carta, el abogado advirtió al administrador municipal un error “imperdonable” en el sentido de debió abstenerse de tal instrucción edilicia, por hecho que Fuentes debió conocer su calidad de autoridad pública.
La carta del abogado le recordó al Alcalde subrogante que mantiene una millonaria deuda por campañas electorales anteriores, por casi $19 millones.
Lo anterior, a raíz de la contratación, por parte de Tomás Fuentes Barros, de una serie de elementos publicitarios de vía pública en el marco de su fallida campaña a alcalde por Vitacura 2016 los que nunca pagó, según denunció el abogado Salazar.
Esto, como se lee en la carta filtrada por los propios concejales, puso al Alcalde subrogante en una encrucijada administrativa, puesto que según la Ley de Administración del Estado “le está prohibido a las autoridades intervenir en razón de sus funciones en asuntos en los que tengan interés personal”.
Frente a esta nueva polémica, el concejal del Frente Amplio, Andrés Argandoña, «el alcalde viene hace meses en este tema, refiriéndose al tema de ls publicidad».
«Obviamente, nosotros, como concejales, vamos a solicitar información y una investigación respecto de esto», aseveró.
«Siento que en aspectos tan delicados como los intereses de las autoridades de Ñuñoa, los concejales tenemos que estar bien informados», precisó.
¿Conflicto de intereses?
Así las cosas, la autoridad municipal se enfrenta a una seria disyuntiva: perseverar en el retiro forzoso de las paletas publicitarias instaladas con permiso municipal, en cuyo caso el alcalde(s) Tomás Fuentes deberá enfrentar un proceso administrativo por faltas de probidad, o inhabilitarse para tales requerimientos.
Por otro lado, la posición del “Círculo de Hierro” de Sichel también podría detonar otro conflicto con los concejales, ya que ordenar la demolición de propiedad privada de manera impulsiva les podría acarrear diversos contratiempos jurídicos al intervenir o destruir equipamiento urbano de carácter privado.
Así las cosas, a su regreso Sichel deberá enfrentar tres problemas: terminar correctamente la licitación por retiro de basura y áreas verdes de la comuna.
También, ordenar el desbarajuste ocasionado por los sucesivos tratos directos, que no requieren aprobación de Contraloría, y finalmente, la dura contienda jurídica con la industria de la publicidad.
Todo, considerando que mientras la Alcaldía municipal ordenaba el retiro de letreros de un operador, otros altos directivos de Ñuñoa sostuvieron encuentros con ejecutivos de empresas competidoras del área.
Ello, porque lo anterior abre un importante espacio a la especulación de presuntos intereses no resueltos al interior del municipio de Ñuñoa.