Camila Cáceres Gálvez exfuncionaria de Carabineros de la Primera Comisaría de Angol, fue sorprendida con un particular chat con un hombre que se encontraba con arresto domiciliario por el delito de narcotráfico.
El sujeto fue identificado como Roberto Carlos Soto Soto, a quien le avisaba cuando sus colegas lo iban a ir a fiscalizar, para corroborar que estuviera cumpliendo la medida cautelar en su domicilio, información que entregaba a cambio de favores sentimentales.
Ante esto, la carabinera fue acusada de cohecho agravado y violación de secreto; “¿puedo ir a verlo más tarde en la noche?”, “Un ratito, afuerita”, fueron parte de los mensajes revelados.
En las conversaciones se lee el intercambio de información, por la que fue dada de baja de la institución policial, pero en la segunda, ella realiza el “cobro” por los datos entregados, reflejando el tono coqueto que tenían y que concretaban su amor a la rápida y en plena vía pública, según se lee.
Camila Cáceres quedó con las medidas cautelares de arraigo nacional y firma mensual, mientras que la fiscalía fijó un plazo de investigación de 60 días.