Cuentan en el Partido Socialista que la noche del domingo 15 de mayo pasado -minutos después de conocerse los resultados preliminares de la elección interna que el conglomerado animó esa jornada- ya todos en la colectividad, incluso el entonces presidente, Senador Álvaro Elizalde, sabían que la lista Unidad Socialista, liderada por Camilo Escalona, había arrasado obteniendo más del 85% de los votos.
Esa noche, pasadas las 19 horas, comenzó a llegar la prensa para levantar los resultados del proceso e inocentemente una periodista preguntó por el ganador. Pero el ex senador y dueño de la mayoría de los votos esa noche no estaba entre los rostros que el partido había escogido como voceros.
Sí estaban Elizalde, Alfonso de Urresti y la hoy timonel de la tienda fundada por Salvador Allende, Paulina Vodanovic, quien se adjudicó la presidencia al postular sin competencia, en el marco de la paridad exigida por el partido.
El episodio terminó cuando el propio De Urresti mandó a llamar a Escalona para que se sentara en la testera como uno de los triunfadores, pues «eso era lo importante» como dijo la misma periodista de CHV que había consultado por él.
Lo cierto es que el retorno del socialismo tradicional, más de la izquierda histórica si se quiere, a la testera del PS descolocó de alguna manera al Gobierno, porque en la práctica son otros los rostros presentes en el primer gabinete del Ejecutivo: Montes, Maya Fernández y el subsecretario Monsalve, hombre de la disidencia PS.
Y es que el escenario actual sorprende. Nadie esperaba que el escalonismo tomara tanta fuerza tras el triunfo de Boric en las urnas. Las disidencias, que corresponden a las facciones hegemónicas de los últimos años, liderados por Fanny Pollarolo, decepcionaron a las lides de la tienda fundada por Salvador Allende.
Si bien el Gobierno tiene entre sus filas varios representantes, sus ministros Carlos Montes y Maya Fernández no representan el sentir del nuevo socialismo ‘escalonista´. «La verdad es que Montes solo ha trabajado para él y sus cercanos y la Maya (sic) -que pertenece a la disidencia interna del socialismo- no ha consolidado aún en su corazón el sentir socialista histórico», plantea un cercano al escalonismo.
«Al PS no le sirven los ministros hoy, pues eso no significa estar y contribuir desde dentro con el Gobierno de Boric. Lo que aquí vemos es un partido comprometido con todo con el Proyecto Boric, pero que hasta hoy lo hace desde la puerta hacia afuera».
Está claro, efectivamente el Partido Socialista sí cuenta con dos rostros en cargos muy relevantes del Gobierno: la jefa de Gabinete de la ministra Izquia Siches, Ana Lía Uriarte y el subsecretario de esa misma cartera, Manuel Monsalve pero pertenece a la disidencia a la mesa. Otra prueba de las dificultades de coordinación entre la mesa y el Gobierno.
No obstante, la primera pertenece más al Bacheletismo, una corriente casi independiente y transversal de la izquierda chilena, mientras que el ex subsecretario a cargo de la seguridad interna del país no es el indicado para asumir la tarea de conectar al Gobierno con el corazón socialista.
Hasta dónde llega el apoyo del PS
El Partido Socialista está en la actualidad presidido por Paulina Vodanovic, cargo que llegó tras postularse prácticamente sin contrapeso en el marco de la paridad de sexos. Sin embargo, junto a Escalona conforman la directiva más afín con Boric.
Desde la noche de la elección interna en el Partido Socialista, Gabriel Boric no ha encontrado en la coalición gobernante mejores aliados que los militantes socialistas.
De hecho, la propiedad donde se instaló el comando del Apruebo durante la campaña plebiscitaria la cedió el PS y para qué hablar de los aportes partidarios a la campaña, donde el PS hizo un aporte que llegó al máximo permitido por el Servel. La cifra, superior a los $244 millones, diez veces más que el aporte del PPD y que llegó mucho más allá de los montos financiados por el Frente Amplio -RD: $85,2 millones, PC: %58,8 millones, y CS: $36,3- con miras al Plebiscito.
Se aproxima la entrada plena al Gobierno
Si bien la presencia del partido de Allende en las decisiones del Gobierno se echan de menos desde el interior del PS, su secretario general y hombre fuerte ha reiterado sin descanso que «el apoyo del Partido Socialista al Presidente Gabriel Boric es sin condiciones».
Para Camilo Escalona hoy es de vital importancia que el Gobierno cuente con la experiencia y visión de gobernabilidad y equilibrio que su tienda posee.
«El PS en los últimos 30 años cayó en el conformismo y la autocomplacencia de pensar que todo marchaba bien, que había que hacer solo retoques» apuntó para reafirmar que el cambio debe ser ahora. Llegó la hora histórica para el PS, afirman desde la tienda.
Hoy, que el país se apresta a decidir si adoptará el proyecto constitucional de la Convención, lo que podría acelerar un cambio de Gabinete, la directiva socialista espera que aparezcan los espacios idóneos para instalarse en plenitud al gobierno.
Consultado respecto de cómo el PS podría aportar al Gobierno desde dentro, «bueno» -respondió en más de una ocasión Escalona- «Mi ánimo no es el de ingresar al Gobierno desde el punto de vista administrativo, mi ánimo es tener una responsabilidad política que me permita entregar la experiencia que el Partido Socialista tiene». En programa político de vía X hace meses.
Habrá que ver cómo el Presidente Gabriel Boric interpreta el aporte y compromiso del partido con la causa de su Gobierno y cuánto pesa para el mandatario el razonamiento del ala más histórica del partido, hoy en la testera.