En conversación con La Tercera, el Máster en filosofía política, académico del Centro Signos de la Universidad de los Andes e investigador asociado al Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), Daniel Mansuy realiza una reflexión sobre el panorama político actual y expresa su preocupación.
“El sistema político no estaba preparado para eso y siente mucho temor, porque nadie es dueño de esos votos. Eso abre muchas interrogantes sobre el presente y el futuro”, dijo a citado medio.
«Esta izquierda puso todo en la nueva Constitución. Ahí estaba su proyecto histórico y cultural; su proyecto de revancha política, la superación del neoliberalismo, la superación de Pinochet, de la Concertación. Lo jugó todo en esa ruleta y fue derrotado sin apelación. Entonces, la pregunta que sigue vigente es qué nos va a ofrecer la izquierda después de esa derrota monumental. ¿Van a seguir haciendo lo mismo? ¿Cómo lo van a procesar?», sostuvo.
De todas maneras aseguró que la derecha se equivoca en apropiarse del 62% del Rechazo.»Es absurdo pensar que todo ese 62% es de derecha. El voto obligatorio trajo mucha incertidumbre. Aquí entraron a votar cinco millones de personas nuevas. No sabemos si el día de mañana votarán por el Partido Republicano, por los Amarillos o por el Partido de la Gente. No sabemos nada», dijo.
Respecto al Presidente, asegura que «Boric debe asumir que su proyecto inicial fracasó. Y que toda esta cháchara del cónclave del día domingo pasado fue un poco ampuloso. Si Boric está haciendo un giro hacia la socialdemocracia, es más sano que lo sincere para no seguir generando falsas expectativas».
«El gobierno que Boric había soñado se acabó. El proyecto que el Frente Amplio había idealizado también se acabó. Aún pueden construir otro, pero no les queda tanto tiempo. El gobierno tiene una duración política efectiva desde el 5 de septiembre de este año al 1 de marzo del 2024, que es cuando parte el ciclo municipal. Lo que Boric no haga en los próximos 18 meses, ya no lo habrá podido hacer», sentenció.
El gobierno vs Jadue
Sobre el polémica cruce entre el Gobierno y el alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, aseveró que «Ese es el negocio de Jadue y de Jorge Scharp. Ellos están buscando los votos de los descontentos de esa izquierda. Lo que sí creo es que Gabriel Boric corre el riesgo de ver afectada su credibilidad. Él ha negado sistemáticamente todas las convicciones que antes defendió: la Teletón, los militares, la capitalización individual, Carabineros, el orden público..».
Sobre el giro que dio Boric, aseguró que «él construyó un personaje desde el joven rebelde. ¿Qué personaje está construyendo ahora? ¿Quiere ser como Lagos? ¿A quién está mirando? ¿A Michelle Bachelet? No lo sé, pero políticamente es súper arriesgado negar todas tus convicciones, todo lo que defendiste. ¿Sobre qué soporte ideológico quedas sostenido?».
La derecha amenazada
El académico también aseguró que la derecha se siente muy amenaza y que «por eso vemos que hay algunas derechas muy envalentonadas y otras muy preocupadas».
La derecha cometió un error grave, pero tengo la impresión de que al final puede ser positivo. O sea, fue una torpeza haber convertido al PDG en pieza bisagra, pero al final esa jugada hizo que el Partido de la Gente saliera muy debilitado», aseguró.
«Lo más peligroso para la derecha no fue perder la Cámara de Diputados. Lo realmente peligroso es permitir que el Partido de la Gente asuma un rol decisivo en la vida política chilena por la cantidad de diputados que tiene. Ellos pueden dar la mayoría en la Cámara de Diputados»,agregó.
En esa línea apunto a que «es que el Partido de la Gente se podría haber convertido en un tercera fuerza, pero eso se debilitó en esta vuelta. Los partidos que operan como bisagra sólo funcionan si son disciplinados. De lo contrario, pierden todo su valor. Sin embargo, hay que ser muy cuidadosos del rol gravitante que puedan cumplir».
Para él, el Partido de la Gente es un factor que puede desmontar el funcionamiento del sistema político actual y además «puede ocurrir una carambola muy curiosa: que todos los que defendimos el voto obligatorio, ahora vemos que las personas que no votan podrían verse atraídas por ese tipo de ofertas. Son votos sin lealtades partidarias. Por lo tanto, pueden ser presa de cualquier cosa».
«No se trata de demonizar al Partido de la Gente. Por favor. Eso no tiene ningún sentido, pero hay que observar que, al igual que todas estas formas de populismo, el Partido de la Gente es como la fiebre. Es un síntoma de una enfermedad, por así decirlo», complementó el punto.
Ante esto se mostró muy preocupado. «Sobre todo por lo que te decía recién: Gabriel Boric prometió tal cantidad de cosas, que se generaron altísimas expectativas que no se van a cumplir. ¿Cuál es la consecuencia directa y que, al menos a mí me genera mucho temor? Que el Frente Amplio puede haber alimentado la crisis del sistema institucional y profundizado la desconfianza de la gente. Eso puede abrir un problema muy, muy serio. Ahí radica la amenaza que representa el Partido de la Gente», cerró.