Un importante aumento de cobertura en sus recorridos, con electro-terminales construidos en sus propios terrenos y la esperada formalización del sistema laboral de conductores, contienen las distintas propuestas para el impulso de la electromovilidad en regiones que los propios operadores están levantando en ciudades como Antofagasta, Iquique, Rancagua y el área rural de la Región Metropolitana.
Las iniciativas, que apuntan a inyectar inicialmente un porcentaje cercano al 10% de buses eléctricos en la flota actual en cada ciudad comprometida, transformar algunos terminales convencionales al modelo de electromovilidad y comenzar el estudio del modelo de cobro sin monedas, en lo que implica la implementación de los primeros proyectos de electromovilidad privados y sin concursos estatales.
El objetivo central de esta batería de proyectos autogestionados apunta a reemplazar las licitaciones convencionales que había impulsado la exministra del sector, Gloria Hutt, pero que adolecían de cobertura territorial, alto precio, y falta de diálogo con los operadores y pymes locales.
A la cabeza de estas iniciativas -que ya comenzaron a sociabilizarse al interior del Ministerio de Transportes, los seremis y las empresas proveedoras de energía y buses- está la consultora técnica liderada por el ingeniero especialista Héctor Castro y el abogado Jorge Ibarra, quien hace cuatro años ya logró detener la licitación del denominado Transantiago II, que el entonces gobierno de Michelle Bachelet había impulsado para reemplazar el Transantiago. Entonces, la autoridad económica y la justicia determinaron que no existieron condiciones de competitividad mínimas.
A juicio de Ibarra “esta batería de proyectos de electromovilidad que estamos impulsando para las regiones viene a otorgar una cuota de equidad entre los usuarios de buses de regiones con los capitalinos, a un menor costo para el Estado y con la inclusión necesaria de las pymes locales, que son los verdaderos conocedores de cada ciudad”, dijo.
Al respecto, Fernando Castillo, gerente de E-Trant, holding de microbuseros Antofagastinos que está desarrollando su propio modelo piloto de electromovilidad para esa capital regional, dijo que “estamos trabajando para presentarle a Antofagasta un proyecto realista, innovador y más eficiente que lo presentado por el gobierno anterior. Esperamos contar con al menos 40 buses eléctricos a partir de 2023, ojalá el Gobierno confíe en esta iniciativa totalmente privada que hemos desarrollado los pymes locales”.