La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) hizo pública su visión respecto del panorama económico que Chile enfrentaría a futuro.
El informe prevé que la economía chilena desacelerará en 1,4% en 2022 y el 0,1% en 2023. Asimismo, debido a la inflación ocasionada por los retiros previsionales, el gasto público, el desorden político generado por la incertidumbre del Plebiscito y la pandemia del Covid-19, afectaron las proyecciones de crecimiento económico.
El indicador de Chile, que va a la baja desde el Estallido Social cayó en mayo 39 centésimas, producto del conflicto en Ucrania que afecta los precios del petróleo. Sumado a ello, en el pronóstico de la OCDE consideran también la incertidumbre económica ocasionada por la Nueva Constitución. Debido a ello expresan que Chile podría frenar la inversión en el país.
En el informe de la OCDE, expresan además que se «limitará el consumo» producto de la inflación, las condiciones financieras restrictivas y el retiro de medidas fiscales extraordinarias. Si bien estiman que los niveles de inflación se podrían regular en 2023, continuará en niveles elevados debido al impacto en el precio del petróleo.
Francisco Saffie, embajador de Chile en la OCDE, expresó su preocupación entorno a este diagnóstico y cree que es fundamental una reforma tributaria. «Se necesita aumentar la recaudación de impuestos personales en Chile», expresó la autoridad.
Pese a ello, se espera que durante el 2023 el Producto Interno Bruto (PIB) podría crecer un 1,4%, en un escenario con signos de ralentización económica.