Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Índice de Remuneraciones y Costo de la Mano de Obra en el país, en su parte específica el Nominal de Remuneraciones, los sueldos aumentaron 8% nominalmente en el periodo abril 2021-2022.
Sin embargo, más allá del valor puramente nominal, las remuneraciones han estado a la baja,+ debido al factor inflación, dado que la remuneración real debe medirse en relación al costo de la vida.
Desde el denominado Estallido Social, el aumento de la inflación provocó la pérdida del 1,3% de las remuneraciones entre enero y abril del año 2022. Se trata de la caída más importante en los salarios reales desde el año 1994 cuando se comenzó a medir.
La remuneración media por hora ordinaria en abril fue de $5.726, lo que significa un alza interanual de 6,3%. En cuanto a la brecha de género, ésta perjudica a las mujeres: $5.410 para ellas y para los hombres es $5. 999, según indica el INE.
El crecimiento en doce meses fue de 6,5%, traduciéndose en costo medio de la mano de obra por hora en $6.566.
Remuneraciones e Índice de Costo de la Mano de Obra
Otro ángulo para analizar el empleo y para monitorear su evolución en el tiempo son dos indicadores económicos. El Índice de Remuneraciones (IR) y el Índice de Costo de la Mano de Obra (ICMO).
El IR nos permite saber cómo varía mensualmente la remuneración por hora pagada de los trabajadores en empresas públicas y/o privadas. Por su parte, el ICMO nos entrega información de la evolución mensual del costo de la mano de obra por hora total pagada, es decir, del gasto en que incurren las empresas públicas o privadas para mantener a sus trabajadores.
Informalidad laboral
El INE informó en febrero de 2022 que los niveles de empleo informal vuelven a los niveles previos a la pandemia.
La tasa de informalidad alcanzó un 32, 2% compuesta por un 33, 1% hombres y un 31% en mujeres, entre los años 2014 y 2019. Se mantuvo estable en torno al 34,6 % en promedio, pero en 2020 cayó a un 30, 5% por consecuencia de las fuertes restricciones sanitarias para frenar la pandemia.
Para el 2020 se reportó una caída del 7,4% en el empleo formal Mientras que el informal cayó en un 22, 1%. Se explica por la precariedad de este último afectado por la pandemia ya que muchos estos trabajos suelen realizarse presencialmente y fueron limitados por los confinamientos.
las cifras de informalidad en el empleo están muy por debajo de los países desarrollados; donde estos niveles de se mantienen en torno al 18% según la OIT.
Estas cifras dan cuenta del regreso de empleos más precarios. Como pescadores artesanales, pequeños industriales agrícolas, comerciantes y otros trabajadores dependientes sin seguridad social, totalmente informales
La desocupación se instala
La desocupación se instala desde octubre de 2019, por el derrumbe en la actividad económica y la devastación provocada por la pandemia.
La Universidad de Chile en su encuesta de Microdatos aplicada a fines de marzo y principios de abril, proyectó un alza en la tasa del desempleo en Santiago de 8 puntos porcentuales (pp) en un año, alcanzando el 15,6%, lo que le remonta los niveles (15,4%) de junio de 1999.
Los datos entregados por el INE son discrepantes. La última Encuesta Nacional de Empleo (ENE) aplicada entre enero y abril, muestra un desempleo que alcanzaría al 9% de la fuerza de trabajo a nivel nacional y de 9,4% en la R.M. Seis (6) pp por debajo de la calculada por la Universidad de Chile en su encuesta de microdatos. Normalmente estas discrepancias ocurren por las metodologías de cálculos.
Pero es el Centro de Microdatos (CMD) de la Universidad de Chile la entidad que muestra una expectativa podría ser pesimista. En este último trimestre móvil la fuerza de trabajo se reduce en un 5,7% comparado con el mismo período del año anterior.
Pero además los ocupados caen fuertemente en un 7,6% y en un 9,3% para las mujeres. Los ocupados ausentes, es decir los que recibieron ingreso por la Ley de Protección al Empleo subieron un 44,2%.
La informalidad explica estos resultados, los que han perdido su fuente de trabajo y que no están en los programas de protección laboral, en su mayoría son informales. Los datos del INE muestran que la ocupación informal cae un 11,1% y un 14,2% en hombres y mujeres respectivamente.
La mayor desocupación se ha transformado en inactividad
La encuesta muestra que la población fuera de la Fuerza de Trabajo sube un 15,4%, debido a que producto del COVID-19, no estaban buscando empleo, pero podrían buscarlo, transformándolos en potenciales desempleados.
El INE mide a personas que no han estado buscando empleo, pero están potencialmente disponibles a trabajar, el alza asciende a un 138,4% en el período. Este indicador permite proyectar un potencial desempleo de un 23,8% subiendo 9,9 pp respecto al mismo período del año anterior.
La información estadística tradicional que entrega el INE tienda a amortiguar el impacto. Se hace necesario mirar otros indicadores. Por ejemplo la ocupación informal, que arroja datos nuevos para hacer un mejor y real análisis del momento laboral actual.