La reforma de pensiones y sus claves, son sin lugar a dudas, uno de los grandes objetivos del gobierno de Gabriel Boric.
Tanto en camapaña como durante su mandato, el Presidente busca que parte de su «legado» debe ser el fin de las AFP.
Más allá del debate que se ha generado, hay que considerar el gran desconocimiento respecto de las consecuencias laborales y la económicas que podría generar.
Para comprender el tema hay que decir que la reforma de pensiones viene a desarticular el ya famoso decreto de ley 3.500 promulgado en 1980.
En aquel entonces, dicha ley fue dictada por el gobierno militar por parte de quien fuera ministro del trabajo en ese entonces, José Piñera.
El proyecto que apunta a imprimir modificaciones clave a esa moción, representa un giro radical en lo que ha significado el sistema de capitalización individual y tiene impacto en toda la estructura del sistema, dado el alto grado de concentración de recursos que implica.
Acá te presentamos cinco claves para entender de qué se trata.
Cambios en la cotización
La reforma incluye, como una de sus principales modificaciones, el alza en la cotización que actualmente se realiza a nombre del trabajador.
El Gobierno ha dicho que está será de cargo del empleador y genera un aumento en la carga para los contratos de los nuevos trabajadores.
Si a ello se suman los aportes en salud y cesantía, la «imposición» llegaría a un monto cercano a 25%.
Estio, según especialistas, podría incidir negativamente en la creación de nuevos empleos formales, tomando en cuenta el contexto de crisis que se vive.
Nuevo ente público
A lo anterior se agrega que la Reforma de Pensiones integra un nuevo ente público que reemplazará a las AFP y podría determinar su desaparición.
Así, las actuales administradoras cederán, por fuerza de ley, su labor de recaudar e invertir los ahorros previsionales a dicho ente.
Éste, a su vez, será el encargado de recaudar los ahorros, pagar pensiones y gestionarlos (si es que el usuario así lo decide).
Dicho organismo estatal, sería una alternativa al actual sistema privado de AFP.
En este punto, las AFP pasarían solamente a gestionar la inversión de los fondos, quedando fuera de la recaudación y el pago de pensiones.
El gobierno, en la reforma presentada, espera que este hecho abarate los costos de administración que hoy cobran los operadores privados.
Fin a la opción de retiro programado
Así como se limitan las alternativas de inversión, la reforma también contempla el fin a la opción de cada afiliado a acogerse al retiro programado, obligando a los usuarios a tomar una renta vitalicia, lo que debiese asegurar un pensión desde el día de la jubilación hasta la muerte del afiliado.
Heredar costará más caro
Una de las grandes controversias que existe, en la nueva estructura, es qué ocurrirá con la herencia de los fondos. Si bien, en el proyecto está contemplado que los fondos sean heredables, al ser un renta vitalicia el afiliado deberá asumir el costo de esa heredanilidad.
Esto se explica de mejor forma mirando lo que ocurre hoy, ya que el afiliado que se acoge al retiro programado mantiene la propiedad de sus fondos y por ende es herencia, sin embargo al tomar una renta vitalicia se pierde la propiedad.
En la reforma se establece que, al estar obligados todos a tomar una renta vitalicia, le heredabilidad será con cargo al afiliado, quien recibirá un monto menor a en su pensión sin establecer cuál sería ese costo.
Fondo solidario
Otras de los dilemas que plantea la reforma de pensiones claves, es el destino del 6% adicional que cotizarán los trabajadores.
En ella, se explica que dicho monto irá a un fondo solidario de los cuales poco más de 4% quedará en una cuenta nocional y el resto irá a un sistema de reparto, siendo este hecho el fin de la propiedad total de los dineros.
El gobierno ha dicho que con este mecanismo pretende elevar las pensiones de los actuales jubilados, poniendo énfasis en la de las mujeres.