La salida del reciente debate entre Hogar de Cristo y Radio Cooperativa terminó marcando un momento incómodo: cuando los candidatos se retiraban, José Antonio Kast pasó por al lado de Jeannette Jara sin siquiera saludar.<span class="Apple-converted-space"> </span> La escena —captada por una cámara de Canal 13— desató inmediatamente una reacción de Jara, quien aludió al gesto diciendo: “Parece que no se sintió muy cómodo”.<span class="Apple-converted-space"> </span>Ese ademán silencioso ha sido interpretado por algunos sectores como una señal clara: ausencia de deferencia entre adversarios, falta de reconocimiento público, o un intento simbólico de marcar distancia. <h3>El gesto de José Antonio Kast</h3> Este episodio se suma a una creciente tensión entre ambos, marcada por acusaciones mutuas de evasión de debates y críticas cruzadas. En las últimas semanas, Jara ha acusado repetidamente a Kast de “falta de coraje” por negarse a asistir a debates clave organizados por distintos medios.<span class="Apple-converted-space"> </span> Para la candidata oficialista, este tipo de gestos (o su ausencia) no son menores: forman parte de lo que ella denomina “actitudes políticas simbólicas” que revelan quiénes están dispuestos a confrontar ideas públicamente —y quiénes prefieren evadirlos. En ese sentido, la no-despedida de Kast se inscribe en lo que Jara ha señalado como “una serie de evasivas” a la ciudadanía.<span class="Apple-converted-space"> </span> Con el próximo debate organizado por ARCHI programado para el 3 de diciembre, y otro por Televisión Nacional de Chile (TVN) fechado tentativamente para el 9 de diciembre, este tipo de gestos tendrá más significancia.<span class="Apple-converted-space"> </span>Para muchos observadores, la elección —más allá de propuestas o discursos— se juega también en el lenguaje no verbal, en los silencios, en quién saluda a quién. En ese contexto, la fría despedida de Kast deja claro: en esta recta final de campaña, la tensión no está solo en los programas, sino que también en los gestos.