Kast desafía al Gobierno y exige “silencio” hasta el domingo en medio de la polarización presidencial chilena
José Antonio Kast, candidato presidencial del Partido Republicano y favorito en las encuestas para la segunda vuelta del 14 de diciembre, lanzó ayer un emplazamiento público al Gobierno para que cese toda intervención pública hasta el día de las elecciones, argumentando que eso garantizaría la libertad de voto de los chilenos. La petición, hecha a través de su cuenta en la red social X, se transformó en un nuevo foco de tensión entre el comando opositor y el Ejecutivo, justo cuando la carrera por La Moneda entra en su fase final.
“El Gobierno tuvo cuatro años para hacer propaganda, hoy es tiempo de respetar la democracia”, escribió Kast, pidiendo que el Ejecutivo se mantenga en “silencio hasta el domingo” para que los ciudadanos voten sin presiones institucionales que, a su juicio, podrían influir en la decisión del electorado. Este llamado no sólo fue un reclamo formal, sino también una jugada estratégica para posicionarse como víctima de un supuesto sesgo oficialista en la recta final del balotaje, un argumento que ya ha permeado parte de su base electoral más activa en redes.
Kast desafía al Gobierno
La respuesta del Gobierno no se hizo esperar, con la ministra vocera Camila Vallejo calificando las declaraciones de Kast como una “falta de respeto para el país”. Vallejo replicó que las críticas del candidato —donde dijo que “Chile se cae a pedazos”— no sólo son hiperbólicas, sino que ocultan el relato sistemático de descontento que ha impulsado el republicano para consolidar a su electorado. La ministra defendió la gestión del Ejecutivo señalando que, a pesar de dificultades como desastres naturales, el país ha mostrado crecimiento y normalización económica y social.
Este intercambio se da en un contexto de profunda polarización en Chile, donde muchos analistas políticos sostienen que la campaña ha estado marcada más por discurrir sobre la narrativa del desastre o recuperación nacional que por propuestas claras de gobierno. Kast ha insistido en que el actual Gobierno “ha destruido” sectores clave como educación y salud, mientras que sus críticos aseguran que esa retórica es parte de una estrategia para erosionar la confianza ciudadana en las instituciones.















