Fueron miles las personas que esperaron con ansias los cuatro conciertos que realizó el «big boss» del reggaetón, Daddy Yankee en el estadio Nacional.
Sin embargo, lo que debía ser un momento lleno de entretención, pasó a ser todo lo contrario para muchos, debido a las negligencias que hubo en seguridad, sobre todo en los puntos de entrada, devinieron en desmanes, avalanchas e inclusive en un centenar de personas que no pudieron ingresar al recinto aun con su entrada en mano.
Es por esto que, según consigna el medio La Cuarta, el abogado Felipe Besnier, de Legalfit.cl, prepara junto a su equipo una demanda colectiva contra la productora Bizarro, encargada de los conciertos. La idea es lograr una indemnización para unas 300 personas afectadas, quienes ya entregaron sus antecedentes.
“Tenemos el caso de un matrimonio, quienes estaban en el sector Cancha en el Estadio Nacional y cuando fueron a los baños químicos los asaltaron con armas blancas. Tenemos el caso de una mujer embarazada que, producto de una ‘avalancha’ de gente, se descompensó. Por suerte, esa situación no afectó a su guagüita, pero obviamente causó un malestar y un susto inmenso”, dijo al respecto Besnier.
“Hay un número importante de casos de robo al interior del evento, personas que compraron una localidad determinada y terminaron en una muy distinta, con peores condiciones a las ofrecidas por la productora”, agregó.
Luego, el abogado precisó que “aún no hemos conversado con la productora, porque hemos estado en la etapa de recopilación de antecedentes de los afectados y seguimos recibiendo nuevos casos. De todas maneras, queremos intentar esta semana un acercamiento con Bizarro para poder llegar a un acuerdo prejudicial, un acuerdo compensatorio. Creemos que es la vía más propicia”.
De no concretarse ese preacuerdo, “vamos a iniciar la acción judicial, que es presentar esta demanda colectiva en el juzgado civil competente”.
“Nosotros no vemos una mala fe de la productora Bizarro, sabemos que lleva muchos años haciendo este tipo de eventos, pero hay un deber de profesionalismo en el desarrollo del rubro que ellos llevan a cabo y eso es inexcusable”, apuntó más tarde Besnier.
Y añadió que “hay que ser vehementes en señalar que los resultados de la mala organización del evento provocaron daños sustanciales en los asistentes, quienes no deberían haberse visto expuestos a esta situación. Incluso, esto podría haber terminado en hechos muchos más graves, con consecuencias fatales”.
“Hay que brindar un apoyo a aquellas personas que se vieron afectadas y que por distintos motivos no tienen la posibilidad de acceder a una defensa propicia y oportuna, como la que estamos tratando de brindarle a la mayor cantidad de afectados”, concluyó.