El aumento de tráfico de migrantes ha causado que el país se cuestione las políticas migratorias para evitar la llegada masiva de extranjeros que, llegan por pasos no habilitados, principalmente por zonas limítrofes entre Perú y Bolivia.
Un informe de Carabineros evidenció que entre 2020 y 2021 los delitos por este ilicito aumentaron de 21 casos a 147. La cifra del año pasado implica un aumento siete veces mayor respecto de 2020. Y el panorama no es alentador en lo que va de 2022.
La Policía de Investigaciones (Bitrap), en trabajo conjunto con la Fiscalía de Arica, desbarató una organización criminal dedicada al tráfico de inmigrantes, descubriendo que en sólo 3 meses ingresaron casi 1.800 extranjeros a través de los pasos fronterizos no habilitados a cambio de dinero. En cuanto a los precios rondaban desde los 160.000 a 650.000 pesos chilenos.
La red que se encargaba de ingresar a los extranjeros, ofrecía traslado, alojamiento y posibilidad de llevarlos a otras regiones del país vía aérea o terrestre. Estos ofrecían sus servicios a través de agencias de turismo virtuales, redes sociales, y páginas web.
Desde el Servicio Jesuita de Migrantes (SJM), entidad dedicada a trabajar por los refugiados en Chile, se advirtió ciertos riesgos para los que accedían ingresar de forma clandestina a nuestro país; «hemos ido observando cómo el aumento de ingreso por pasos no habilitados trae consigo riesgos enormes y entre estos se encuentran las pérdidas de vidas humanas hasta los peligros de quedar a merced del tráfico ilícito de migrantes. Con datos del Ministerio Público podemos conocer que en 2021 se notificaron casi 1.000 víctimas de tráfico ilícito de migrantes, lo que va en clara alza comparándolo con años anteriores», señaló al rotativo Pablo Roessler, jefe de estudios del SJM y coordinador del Observatorio de Migraciones y Movilidad Humana.
Frente a estos hechos, las autoridades buscan frenar este tráfico y controlar las masivas llegadas de extranjeros, que perjudica en diferentes ámbitos a nuestro país.