Este sábado se estrenó un nuevo episodio del programa La Divina Comida que en esta oportunidad contó con la presencia de María Gracia Omegna, Raffaella Di Girolamo, Carlos Figueroa y Luis Astudillo.
La primera comensal en recibir al responde los invitados la actriz de Mega, quien no tuvo problemas en mostrar cada rincón de su hogar.
Al ingresar, la en voz en off del espacio, realizada por Jani Dueñas, comentó que la casa tenía olor como a “feria artesanal”.
“A incienso, porque no conozco a la gente que está entrando”, le respondió entre risas la intérprete.
El santuario de María Gracia Omegna
Posteriormente, ahondó en el tema, explicando que se debía al especial santuario que tiene en su hogar de “no y sí creencia”. “No es que yo sea budista, ni católica, ni nada, pero clásico que te regalan chucherías y todo. Es un espacio de calma”, dijo.
La actriz también destacó un florero especial que tiene. “Esto es una herencia que me dio mi mamá y mi papá en vida, como un florero, que representa mucho a mi infancia, era de un artista danés”, contó.
Luego de esto, María Gracia salió hasta el patio de su casa, donde presentó a sus dos mascotas: unas perritas llamadas Rosa y Yuca, que son madre e hija.
“Este es mi centro de juntas, pero ahora está vacío porque he decidido habitar los espacios como más pausadamente, sin tanta ansiedad. Entonces quiero decantar qué es lo que quiero hacer para compartir de mejor manera este verano”, concluyó.