En la mañana de este jueves, finalmente la justicia francesa determinó postergar el juicio de apelación en contra de Nicolás Zepeda, el chileno que fue condenado por el crimen de su expareja japonesa, Narumi Kurosaki. Ahora después de mucho tiempo, el imputado rompió el silencio para realizar una petición.
En la instancia el propio Zepeda se paró en el estrado para pedir un “juicio real”.
Según consignó L’Est Républicain, el ingeniero nacional sostuvo que “a diferencia del primer juicio, ahora me siento en condiciones de explicarles yo mismo, con mis propias palabras, con mi francés todavía aproximado, mis pensamientos, mis deseos y mis explicaciones”.
Rompió el silencio para realizar una petición
Junto con lo anterior, añadió que “fui trasladado la semana pasada, y aislado por razones de seguridad, sin ningún contacto con el exterior”.
“No he quitado la designación de Antoine Vey (exabogado), obligatoria desde noviembre. Es cierto que vi a otros abogados, pero al final nombré a él. No he renunciado a mi consejo, no soy la causa de esta situación, quiero un juicio real”, explicó.
De todas maneras aseguró estar “listo, he hecho todo lo necesario, pero no soy abogado. Necesito que alguien venga conmigo a la defensa”.
Respecto a Renaud Portejoie, su nuevo defensor, Zepeda aclaró que “cuando lo conocí, dos veces en prisión, entendió de inmediato lo que quería decirle y lo que estaba en juego en este juicio. Ahora creo que tomé la decisión correcta. Quiero un juicio real y creo que con Portejoie podemos hacerlo”.