En medio del torbellino mediático que desató su separación de Miguel de la Fuente, la bailarina y ex Yingo Valentina Roth — más conocida como Vale Roth — decidió dar la cara ante el rumor que la vincula sentimentalmente con el ex chico reality y preparador físico Camilo Huerta. En una declaración pública, negó tajantemente cualquier tipo de traición, describiendo sus encuentros como simples saludos de camaradería en el gimnasio.
Según versiones surgidas en programas de farándula —como Zona de Estrellas —, la supuesta infidelidad habría desencadenado el quiebre matrimonial. En ese espacio se difundió un audio atribuido a De la Fuente, donde se le escucharía insinuar que Roth lo habría engañado con Huerta.
Pero para la ex bailarina, esos rumores no pasan de ser “cahuín barato”. “Estoy marcando ocupado. ¿Qué chucha está pasando?”, escribió en sus redes sociales, visiblemente harta del escándalo.
“No hay infidelidad”
Vale Roth sostiene que detrás de esa versión existe una voluntad de lucrar con su dolor. Asegura que sus salidas compartidas con Camilo Huerta —ya sea al gimnasio o a un café— responden solo a una vieja amistad, no a algo romántico.
Además, enfatizó que su prioridad hoy son sus hijas: “No me interesa hablar en programas pagados… Lo juro por mis niñas”, comentó recientemente en otra declaración.
El conflicto expone algo más allá del show-business: desnuda cómo, en el Chile del espectáculo, el rumor basta para reconstruir ficciones que afectan vidas reales. Entre rupturas, redes sociales y titulares sedientos de rating, la delgada línea entre la verdad y la calumnia se diluye. Y mientras algunos hablan de infidelidad, otros recuerdan que —a veces— no hay nada más allá de un saludo en un gimnasio.















