La empresa constructora Claro Vicuña Valenzuela (CCV) que cuenta con 65 años de historia, impactó este viernes con la noticia de que solicitó la reestructuración de su deuda, con lo que se consolidaría un escenaerio de quiebra.
Esto significa que la compañía desmovilizará más de 30 obras, despedirá a 2.500 personas y habrá impacto sobre productos y servicios de más de 1.500 proveedores.
«El volumen de deuda corriente con el que la empresa inicia este proceso de liquidación voluntaria asciende a los $58 mil millones”, señaló CCV mediante un comunicado comunicado, según consigna La Tercera.
La compañía aludió a «problemas estructurales de la industria de la construcción» y a la «burocracia de los mandantes públicos» para «gestionar pagos». Cabe señalar que la compañía tenía acuerdos con el Estado para impulsar obras públicas ya en desarrollo. En esa línea cuestionaron al Ministerio de Obras Públicas (MOP).
“La decisión del Ministerio de Obras Públicas, de reajustar retroactivamente sus contratos; medida solicitada hace meses por la compañía; es tardía para Claro Vicuña Valenzuela», indicaron.
«Obras que estaba desarrollando quedarán inconclusas, entre las que se cuentan el Bypass de Castro, el Hospital de Curacautín, la avenida principal de Angol, entre muchas otras”, agregaron.
De igual modo, también señalaron haber sido afectados por la situación estructural de la industria. «La pandemia Covid-19 y la situación financiera mundial han originado un importante aumento del precio de los materiales; menor disponibilidad de mano de obra; inflación (muchos de nuestros contratos estaban contratados en pesos y los costos de estos indexados a la UF); e interrupciones en la cadena logística», señalaron en una carta a los trabajadores.
«Todo esto afectó los costos de los proyectos, la continuidad operacional y la productividad necesaria para cumplir con los plazos y presupuestos estipulados», agregaron.
La crisis
La crisis en el rubro inmobiliario es un tema claro y ya son varios los especialistas que lo han advertido.
Ante esta decisión, Pablo Allard, decano de la Facultad de Arquitectura UDD, comentó que esto «es lamentable, y una señal de preocupación para el país, que constructoras del tamaño y tradición de Claro Vicuña terminen en la quiebra. En este caso, no se trata de una inmobiliaria o constructora que especuló en un mal momento, sino más bien una gran constructora de obras públicas que no pudo con la inflexibilidad de las contrapartes públicas en la renegociación de contratos debido a los quiebres de stock y aumento de valor de los material, entre otros».
Además apuntó al MOP: «Aquí gran parte de la responsabilidad es del MOP, pero no podemos echarle la culpa a la actual administración, ya que este tipo de problemas se vienen arrastrando desde hace unos años. Empresas como Claro Vicuña no quiebran en 8 meses. Es urgente que el gobierno, la Cámara de la Construcción y las concesionarias de obras públicas se sienten a preparar un plan de emergencia de infraestructura pública que agilice las nuevas obras y permita resolver los problemas de la cartera».
Para Iván Muñoz, Gerente General de Urbano Proyectos también lamentó la situación. «Este tipo de situaciones, como la quiebra de empresas emblemáticas, sólo genera mayor inestabilidad e incertidumbre a la industria, elementos que no son deseables en estos momentos, en donde el negocio inmobiliario está muy deprimido».
A esta empresa se suma la constructora Pacal, la que también en septiembre anunció estar a un paso de la quiebra. Ante esto, que el Ministerio de Vivienda, encabezado por Carlos Montes ha adoptado medidas y realizado gestiones para evitar la caída de algunas empresas.
“Tenemos una quiebra efectiva, no más en esta región. Hay otras que han estado pasando por situaciones muy en el borde, La más compleja para nosotros ha sido Pacal, tenemos 5 proyectos con ellos y nuestro problema es que no quiebre, y estamos tratando de evitar que quiebre. El solo hecho de empezar a reconstruir, la responsabilidad de una nueva empresa es una cosa larga, difícil y cara, y hemos estado permanentemente tratando de conversar”, dijo el secretario de Estado, en la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, según estipula en El Mercurio.
Disminución en los permisos de edificación
Vicente Domínguez, director ejecutivo de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), aseguró que son varios los factores que están influyendo en la disminución de los permisos de edificación. «Desde luego una baja importante en las ventas, cercanas a 50%, influidas por varios factores, tales como el aumento de la inflación, restricción crediticia, demoras extraordinarias en procesos aprobatorios de los permisos, inseguridad en la ocupación en el trabajo, las rentas personales y tributaria, entre las más relevantes».
Según Antonio Errázuriz, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), en conversación con Emol. «Como industria estamos viviendo un momento muy complicado por distintos factores. Y estos factores comienzan en la pandemia que a nuestro sector afectó con una paralización de proyectos por cerca de cuatro meses, en los que se perdieron del orden de 400.000 empleos«, dijo.
Errázuriz menciona que para poder seguir con la actividad, debieron «incurrir en costos adicionales en los proyectos, sumando una escasez de trabajadores disponibles, lo que significó un atraso de los proyectos en construcción traduciéndose en mayores costos. Una vez saliendo del momento más álgido de la pandemia, enfrentamos el quiebre de stock de algunos materiales de construcción, situación que ha llevado a un alza de 37% del precio de los materiales en un año«.