Un cruce ríspido, sin filtros, que terminó con el teléfono cortado y el silencio como única conclusión. Esa fue la escena que esta mañana protagonizaron el ex candidato presidencial Partido Nacional Libertario (PNL) y la periodista Constanza Santa María en una entrevista radial que buscaba aclarar la posición de Kaiser sobre un tema clave: los indultos a condenados por violaciones a los derechos humanos.
El desencuentro comenzó cuando las periodistas consultaron a Kaiser si aceptaba la excarcelación de militares condenados, como Miguel Krassnoff. En lugar de responder, el exdiputado optó por denunciar un uso “político” del debate sobre Derechos Humanos: según él, sería una estrategia de sectores de izquierda para favorecer electoralmente.
¿Cortó él o cortaron la entrevista?
Al insistir Santa María en una respuesta clara, la tensión escaló. Según los relatos, Kaiser acusó al periodismo de imponer una “verdad histórica” única, cuestionando su legitimidad para juzgar los hechos de 1973. Cuando la periodista le replicó que esa no es su función —sino informar—, Kaiser respondió con dureza: “Usted está participando de una campaña”. Fue el punto de quiebre. Santa María reaccionó con firmeza: “No se la voy a permitir”. Y en medio del intercambio, el ex candidato cortó la llamada.
Para quienes seguían la entrevista, quedó claro: no fue una salida elegante. Fue una deserción abrupta en plena transmisión. Para muchos, un gesto de impotencia. Para otros, una confesión simbólica. Porque al negarse a responder —y colgar con vehemencia—, Kaiser no sólo evadió la pregunta: cerró la posibilidad de diálogo sobre temas que para Chile siguen siendo una herida abierta.
Este episodio expone algo más: en tiempos electorales, con debates polarizados, la prensa que insiste en cuestionar convicciones ideológicas —y las voces que no tienen miedo de hablar claro— siguen siendo incómodas. Y mucho más, cuando quienes detentan poder reaccionan con silencio, acusaciones o —literalmente— el botón de colgar.















