Tras la reunión de la Ministra de Defensa Maya Fernández con los comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas por un “hackeo” de documentos que tienen relación directa con la seguridad nacional, aumentó la preocupación en círculos de poder pues el hecho implica una vulneración sin precedentes y en varios frentes.
Fernández llegó a Chile desde EE.UU. encomendado por el Presidente Gabriel Boric, tras acompañarlo en su gira y su participación en la Asamblea de las Naciones Unidas.
Arribó en Chile de emergencia por una filtración de más de 400 mil documentos y mails. De este modo poder investigar quienes son los responsables de tener esta “información sensible y reservada”, las cuales integran el Estado Mayor Conjunto.
Desde el Gobierno se ordenó «un sumario administrativo para determinar las responsabilidades correspondientes» y que «los antecedentes han sido puestos a disposición de la justicia militar para dar pie a la investigación penal».
¿Qué se sabe de la filtración?
Según la información entregada, la información extraída data entre febrero de 2019 hasta mayo de este año.
Ni las autoridades ni la secretaria de Estado ha dado mayores detalles sobre el “hackeo”. Sin embargo, esto no solo perjudicaría a la Defensa nacional, sino que a otros territorios.
Esto porque se trataría de información y elementos militares y policiales de más países de Sudamérica, relacionado con ciberseguridad, comunicaciones satelitales en las fronteras y bases de datos de inteligencia.